A ciegas cruzando entre el miedo y la pena. Solo de fé, golpeas la pared. Arañas el mantel, temblando como un barco de papel. Te veo, entiendo que estás bajo cero. Cerca de ti, me quedo sin hablar. Te escucho sin juzgar y trato de ayudarte a respirar.
Yo sé cuanto duele sufrir, descansa mi amor. Respira, aguanta un segundo y respira. Cierra los ojos y mira, mientras te duela, respira conmigo el dolor. Mañana si el juego te sirve otra carta una mejor, sé que voy a estar ahí. Para apostar por tí y celebrar que quieres ser feliz. Se puede aprender a sufrir, por eso, mi amor.
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