viernes, 9 de octubre de 2015

Sin despedida.

No pienses que me fui porque no te queria, era algo que tenia que hacer, ya estaba escrito que me iría y que no habría una despedida. ¿Sabes por que? Claro que no lo sabes, te lo explicaré, porque yo odio las despedidas, odio no querer decir adiós, odio ese nudo en la garganta, odio sentir como las lagrimas me queman los ojos luchando por salir, odio tener que dar el ultimo abrazo, odio tener que verte llorar y no poder hacer algo para evitar que tus lágrimas caigan, odio ser yo la culpable de tu tristeza, odio irme y dejarte, odio sentir todo esto y no poder detenerlo.

Cuando estaba pequeña viví dos experiencias que me hicieron odiar tanto las despedidas, la primera fue a la edad de 5 años, me cuidaba una familia indu con los que me encariñe demasiado eran como mi segunda familia, entonces llego el dia en que la hija de ellos se iba de viaje para su país natal , cuando llego el momento de despedirse recuerdo que me aferre a ella no la soltaba, comencé a llorar y a gritar que me quería ir con ella pero como era de esperar no me dejaron. Después de eso nunca la volví a ver. La segunda experiencia que termino por enseñarme que las despedidas son una parte muy difícil de afrontar cuando quieres demasiado a una persona, esa fue a los 12 años de edad pero en esa ocasión me toco a mi irme para otro lugar, a otra parte del mundo, al otro lado del continente, me toco a mi decir adiós porque esto no era un hasta pronto era una definitiva despedida, pero esta vez me toco a mi ver mi mejor amiga de la infancia corriendo detrás de nuestro carro llorando y gritando que no me fuera. ¿Te imaginas algo asi? Que alguien a quien tu quieres mucho te diga llorando que no te vayas y menos que salga corriendo detrás de tu automóvil gritando que te quedes. ¿Que harías tu? Yo en ese instante no pude hacer nada, pero si hubiera podido me habría regresado para quedarme pero entonces tal vez todo hubiera sido distinto, no te hubiera conocido, pero no me estarías odiando, aunque el destino no fue así.

Pero ahora comprendes porque odio las despedidas, es algo muy doloroso, porque es dejar toda una vida atrás y dejar a los que amas duele tanto. Te estarás preguntando como hice para despedirme de mi familia y porque de ti no, veras no fue nada fácil sentí que me dolió hasta el alma pero fue distinto porque con mi familia fue un hasta pronto por eso de ellos si me despedí, pero de ti simplemente no pude, lo lamento pero si lo hubiera hecho se que me habrías pedido que me quedara pero sabes bien que no lo habría hecho y por eso dolería mas. Porque dejarte fue algo que rompió mi corazón, pero no me odies por eso, mejor odiame por quererte tanto, odiame por no querer ver tus lágrimas. Y si, odiame por odiar las despedidas.

Lo siento, lo nuestro fue sin despedida.

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